miércoles, 17 de octubre de 2012

Limosnas para quimioterapia

Observé el reloj que me regaló mi abuelo asesinado hace algunos años por una de esas enfermedades fomentadas por el consumismo, algo así como un paro cardíaco debido a la grasa de miles de hamburguesas ingeridas durante su estadía en estados unidos. El reloj estaba bañado en algún tipo de oro barato, o algo así fue como intentó hacerme entender su característica modestia. Este marcaba las 21:34
Era una típica noche agitada en el paradero de Quilin: Típica gente que ocultaba su histeria bajo una faceta de indiferencia hacia lo ajeno, haciendo muy obedientemente una fila para tomar la D17 e irse a sus casitas, con su familia, calentitos, "felices".

La señora Julieta aún estaba trabajando; Desde las 11Am que la veo en su puesto de completos móvil vendiendo pan con salchicha a precio de caldo de muela... comprar de sus delicias es un deleite para esas tardes de filas largas y sol a mediocielo.

y bueno, era una típica noche agitada, oscura y fría en el paradero Quilin


Me bastó de medio segundo para quedar pálido.
Ahí estaba el, sentado, en el pseudo-asiento de aluminio del paradero. Era el.
Me vasto de la otra mitad del segundo para quedar sin aliento.
El.. Sentado como si nada, apoyando los codos en sus rodillas, totalmente calvo, sin cejas, sin pestañas

pero que buen trabajo hiciste.
Realmente te tomaste el papel muy enserio.
Yo no olvido un rostro que me observa.

Violaste mi infancia.

Fui un asesino.

La conciencia me golpeó por semanas.

¿dinero? .. lo siento señor, no tengo, no tengo dinero para usted, ojalá se mejore.
no quiero que se muera.


¿dinero?¿a costa de los sentimientos de un niño de 8 años?

Fui un asesino!

Tu para mi ya estabas muerto, muerto en tu falso cancer, y por mi culpa!


CANCER?

CON EL CANCER NO SE JUEGA.



Llega la micro.

la gente se sube

Yo me subo

y tu usabas mi reloj.









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