martes, 1 de noviembre de 2011

La gente mas silenciosa tiene las mentes más ruidosas.

Un sábado por la mañana, simplemente no me quise levantar.
Sin ganas de nada, miraba el techo, sacaba conclusiones inútiles, me anticipaba al resultado de las acciones que haría durante el día y la semana.
Lo extraño es que hasta el día de hoy, la gran mayoría de las veces acierto con lo que predigo.
Las cosas suelen ser muy obvias, monotonía absoluta, que fome.
De repente hago estupideces, las cuales la mayoría me arrepiento, pero lo hago por el simple hecho de que necesito que el destino mismo haga de las suyas, que me golpeé con un puño de incertidumbre y que me muestre un camino nunca antes visto,ya que suelo ser muy consciente de lo que hago, y eso me da pavor.
Y No me quise levantar.
Día asquerosamente soleado, calor insoportable, el pelo solo me sirvió para sofocarme en la almohada.
Cuanto deseé haber estado acostado en las blancas calles de Vancouver Canadá, esas donde recuerdas que estas mas vivo que el mismo Elvis.

Que tan cierto es eso del Karma?, que se me devuelvan las malas acciones que he cometido a un sin numero de personas (que tal ves se lo merecían) pero que sin embargo lo hice con un fuerte tono de hacer mal?, no se.. pero si el Karma realmente existiera, sabía que ese calor inmundo me lo estaba cobrando.

Mi vieja entró a mi pieza

(mirándome con cara de "que te pasó Alvaro?")

(vieja)- Que te pasó Alvaro?

(yo)- Nada.

(Vieja mirando con cara de "hmmmm pucha oh.")

(vieja)-hmmm pucha oh.

(vieja sale)

Sabía lo que pasaría en ese entonces, mi vieja llamaría a mi papá para que hablara conmigo, por que ella sabe que de alguna u otra manera mi papá me entiende de una manera mas profunda de la que ella me entiende, ya que mi mamá suele entender que estoy "raro", pero cuando digo mi famoso "Nada" mi papá me da mejores consejos.

Por mientras veía la ventana, una ventana con un sucio vidrio que daba la vista hacia la casa de los vecinos. "Me caen tan mal esos asquerosos". Y eso que ni los conozco. Luego me pregunté, ¿Por que me caen mal?. Creo que es la costumbre de que me caiga tan mal tanta gente, que puedo clasificar a la gran mayoría como unos imbéciles simplemente viéndoles la cara.

Y mi viejo entra a mi pieza
(aplausos imaginarios, como cuando entra un humorista al escenario)

Viejo: A ver hueón, lo que tenis que hacer es levantarte rápido, y dejar de pensar.
Deja de pensar, hace cosas hueón, la vida consta en hacer cosas, no en pensar.


Yo lo tomé como si me estuviera diciendo "pensar es para maricas depresivas de cabaret", y eso me causó mucha risa cuando lo pensé al llegar a alto macul en bicicleta, 1 hora después de que mi viejo me lo dijera.

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